sábado, diciembre 17, 2005

El día después

Pasaron las elecciones. Vengan los análisis, las proyecciones, los abrazos del oso (en la política, éstos abundan), los "cuchillazos"...
¿Por quién votar?, ¿da lo mismo el elegido? No da lo mismo, siempre hay matices entre uno y otro. Ella me parece una mejor persona, incapaz de cometer traiciones, de justificar cualquier medio por cualquier fin, a diferencia de él, tan "ganador", avasallador, seguro (tres adjetivos, como a él le gusta tanto decir cada vez que explica una idea).
Pero él es creativo, voluntarioso, empecinado... eso ni dudarlo.
Una amiga dice que aunque es de izquierda, votará por él pues ya es hora de que la Concertación dé un paso al costado y que de ganar Bachelet, llegaremos a una situación similar a la que ocurrió con el PSOE en España (corrupción, su efecto más lamentable, tras varios años en el poder). Además, así el Gobierno de derecha tendrá que negociar con un Congreso de centro (porque no me digan que la coalición de Lagos es de centro-izquierda... ¿qué le queda de izquierda?) y esto hará más entretenido el escenario político en Chile.
Puede ser, Soledad, quizás tengas razón.
Aunque últimamente me convenzo cada vez más de que no cambiarán mucho las cosas de ser elegido uno u otro. Después de todo, Concertación y derecha han regidos los destinos del país sin grandes sobresaltos y acordando mantener el sistema económico y político. La derecha, por si no fuera poco, está muy ligada al poder económico, así es que sea o no gobierno tiene una participación importante en el control de la ruta de navegación. Como dijo el lúcido Parra, "la derecha y la izquierda unidas jamás serán vencidas".
Y la Concertación ha tenido un feliz matrimonio con los grandes empresarios. Lagos, Eyzaguirre y su séquito son objeto del amor de quienes "la llevan" en el mundo del dinero.
Quienes me conocen saben por quién votaré, pero no está demás pensar que la canción, ya sea con Bachelet o con Piñera, seguirá siendo la misma. Sólo cambian los arreglos.