Chao...

Al Transantiago.
A los 2 millones de pesos por senador para que contraten asesorías legales y profesionales. Está todo dado para que estos patudos se metan la plata al bolsillo y algunas revelaciones periodísticas así lo dejan entrever.
A Chiledeportes. A estas alturas, ¿de qué cresta sirve?
A los hoyos, relieves y anomalías varias en las calles. La bencina es cara, el permiso de circulación no deja de ser oneroso y las multas son altas. Siendo así las cosas, al menos deberían arreglar las calles. Valparaíso y Viña "la llevan".
A los programas de farándula, a sus editores, productores, conductores e incluso a los que desfilan por ellos hablando tanta huevada junta. Es cierto que todos tenemos un lado frívolo, pero otra cosa es gustar de la basura.
A los personajes tan estereotipados de las teleseries, sobre todo los "populares" de las producciones de TVN. Como si toda la gente más modesta hablara mal o tuvieran un tono y un léxico "chihua". ¿Esa es la televisión representativa del país? Sabatini y los suyos nos quieren seguir metiendo el dedo en la boca.
A Alejandro Foxley. ¿Razones de Estado para no transmitir un documental que ni siquiera vio? ¡Qué feo, pobre y chanta, canciller! Además, ¿quién cree que por un documental vamos a poner las cosas tan mal con los peruanos? Dejemos que la producción artística y audiovisual se exhiba sin censuras ni presiones. Total, con Perú siempre habrá fricciones, mientras las políticas de los gobiernos sean obsecuentes y cortoplacistas.
A Francisco Vidal, el presidente de TVN. Cobarde, pobre y chanta su desempeño.

¡Qué rico (y necesario) es dormir!

Hace unos días sufrí unos inéditos dolores de cabeza. Fui al neurólogo, quien descartó algún mal de la cabeza. ¿Cuáles eran los motivos, entonces? La falta de sueño, entre ellos.
Por ende, les aconsejo dormir bien. Esto incluye dormir en la noche y las horas adecuadas. Al menos ocho horas; si no pueden completar las ocho en la noche, traten de dormir una media hora en la tardecita. No es de flojos, es para reponer fuerzas.
Parece ñoño todo esto, pero parece que llegué a una edad en que no puedo hacerme el leso con el descanso.
Quienes me conocen saben que soy bueno para dormir, incluso en carretes. Si me da sueño, no me hago problemas para tirarme a un sillón y cerrar los ojos. Así es que si carreteo con alguno de ustedes dentro de una vivienda, llámese casa o departamento, ¡NO ME HUEVEEN SI ME PONGO A DORMIR!