El martes 25 de abril, en una entrevista publicada por Las Últimas Noticias, la gerente de Marketing de Telefónica Chile, Andrea Rotman, dice que la eliminación de la sigla "CTC" de la marca se debe a que "es un buen momento para marcar la diferencia en la imagen, porque estamos frente a una compañía nueva, distinta, moderna, innovadora".
No sé si estamos frente a una rutina humorística de la ejecutiva o ante una empresa "car'e raja" en grado sumo. Quizás un poco de ambas cosas.
Me explico: Telefónica Chile brinda un servicio lento, ineficiente e irrespetuoso a sus clientes. ¿O es normal que una empresa se equivoque durante tres meses seguidos en la facturación de la cuenta?, ¿que se demore dos semanas para modificar el valor de una cuenta una vez que uno ha llamado para reclamar y corregirla? (es como el recado demore en llegar de una oreja a otra de la misma persona esa cantidad de tiempo), ¿que te dé apenas un día para pagar la cuenta que sí quieres pagar luego de que has esperado dos semanas para que enmende el error cometido por ella misma?, ¿que se demore largos minutos para atenderte y te tramite derivándote de número en número?, ¿que tenga a empleadas con una cara de tres metros en su sucursal de Viña del Mar?
Rotman: si CTC connotaba lentitud, ineficiencia y escasa adecuación a los tiempos y principios que corren en el mundo de los negocios y de las empresas de servicio, déjame decirte que Telefónica Chile (y esto lo piensa mucha gente con la que he conversado) seguirá connotando lo mismo si ustedes continúan brindando tan mal servicio.
Y, por favor, guárdate la cara de raja para tus amigos.