jueves, julio 20, 2006

Sabiduría olvidada

A propósito de un artículo que estoy preparando sobre una poetisa mapuche, llegó a mis manos un libro de poemas de ella. Su nombre es María Inés Huenuñir Antihuala y el libro, "Más allá de ser mapuche".

Una línea me encantó, quizás sea por cómo se escucha al leerla. Motivo suficiente para repetirla en este blog:

Rayituai ñi kimun upekonlu lemu meu...

(Florecerá mi sabiduría olvidada en los bosques)

Un obsequio para ustedes, queridos lectores... ¿aún quedan?

miércoles, julio 12, 2006

De vuelta a la pichanga


Leo una entrevista a Carlos Caszely en “El Mercurio de Santiago” y, aunque el “Rey del metro cuadrado” no es santo de mi devoción, se despacha una opinión que me identifica: “ningún gobierno ha diseñado un trabajo deportivo interesante… creo que a ningún gobierno, nunca, le va a interesar”.
Al día siguiente, veo la final de Alemania 2006. El estadio de Berlín parece una nueva maravilla del mundo, el público lo repleta y está enfervorizado, la cancha luce impecable y mirando a los jugadores pienso que jamás, verdaderamente jamás, tendremos futbolistas de esa envergadura y con tanta convicción.
Soñar no cuesta nada pero para tampoco se trata de comprar ilusiones como quien compra el confite del momento. ¿Quién no quiere ver a Chile jugando en un Mundial y haciéndole collera a brasileños, italianos o alemanes? Seguramente nadie.
El torneo quema sus últimos cartuchos. Los italianos ganan y nos quedamos pensando en la expulsión de Zidane, los insultos de Materazzi y la cara de tres metros de Trezeguet, que en su única oportunidad real desperdicia el penal y lleva a Francia al llanto.
Son las últimas luces, el campeonato se acaba y volvemos a lo nuestro. Volvemos a la apatía por practicar deporte, a las canchas que son “potreros”, a los gimnasios y estadios semivacíos, a las quiebras de los clubes, a los dirigentes mentirosos y de manos largas.
Es la realidad del deporte chileno y ya no tenemos Alemania 2006 para hacernos los lesos. Lo que dijo Caszely es cierto y, aunque nos duela, continuará siéndolo. Que el “gobierno ciudadano”, la “lucha contra la delincuencia”, el “elogiado modelo chileno”… y vamos sumando diagnósticos, ideas, emplazamientos, planes y los “temas país”. En eso somos campeones del mundo.
Pero el deporte, indispensable en el desarrollo humano, no vale nada. Al Gobierno no le importa, a los partidos y a los empresarios tampoco, a las universidades apenas. ¿Y a nosotros? Mejor ni hablar. Con suerte algunos juegan la pichanga de la semana o trotan algunas cuadras.
Así son las cosas en Chile. Estamos locos por la tarjeta de crédito, la alarma, el e-mail o cualquier otro signo de modernidad. Así es que asegúrese de tener platita para comprar el plasma de 35 pulgadas, porque Sudáfrica 2010 lo espera. Después de todo, ¿le interesa el deporte, cierto?